MICRO-TALES
There is room for English and Spanish in Sapere Aude Bilingüe, it´s bilingual! The micro-tales below have been written by 1 ESO students using the pictures below to find inspiration in their Spanish class. The outcome is really good, isn´t it?
Las tripas se Serafín hacían un extraño ruido
Sentado a la mesa de su casa, Serafín notó que sus tripas
hacían un extraño ruido. Tenía hambre. Entonces, se acercó a la despensa y miró
con cautela, esperando encontrar aunque solo fuera un trozo de pan.
Sabía que no le quedaba comida y con un gesto de tristeza
sacó su cartera del bolsillo con la esperanza de que hubiera alguna moneda… ¡Y
tuvo suerte! Le quedaban dos que hace varios días se había encontrado por la
calle. Dado que tenía un poco de dinero con el que comprar se decidió a ir al
mercado.
Inspeccionó cada tienda, fijándose en que alimento le
resultaría más barato y a la vez le saciaría más el hambre. Cuando, de pronto
una mujer le ofreció un precioso ramo de flores a cambio de sus monedas. Serafín,
cautivado por su belleza, accedió a comprarle las flores, pero apenas unos
segundos después pensó en lo que acababa de hacer, alertado por el rugido de
sus tripas.
Marcos era el panadero del lugar y su pan tenía muy buena
fama, sin embargo decían que debido a su avanzada edad era un poco despistado y
se le podía engañar con facilidad. Serafín, disimuladamente, con un movimiento sutil
y natural de su mano cogió un panecillo, pero de lo que no se dio cuenta fue de
que Marcos le estaba mirando, al igual que un policía.
Al darse cuenta de lo que sucedía, el pájaro Serafín corrió
lo más rápido que sus piernas le permitían, y sólo paró cuando tuvo la
posibilidad de ocultarse tras los matorrales de alguna casa desconocida.
Carmen G.R. 1 ESO
Un fugitivo en el mar
Todo
empezó un día soleado. La ciudad Griega estaba tranquila después
de la siesta, no había habido crímenes desde hacía unos años,
cuando acto seguido sonó el pitido del silbato del sheriff Gatontón
y después una larga flota de coches de policía apareció
ensordeciendo las calles con su orquesta de pitidos y sirenas. La
noticia corrió de oreja a oreja, de vecina a vecina, de cotilla a
cotilla, de escalera a escalera… Toda la tropa de coches perseguían
a un misterioso individuo que había robado… ¿un trozo de pan?
Todo había ocurrido muy rápido, el misterioso individuo cuyo nombre al parecer ya se sabía, tenía la barriga vacía. Se
acercó a su despensa, que estaba como su estómago, vacía.
Cogió una moneda pero no tenía suficiente para comprar una barra de
pan. Se le acercó una señora y le dio un ramo de flores, pero
cuando se quiso dar cuenta, la moneda había desaparecido. Se acercó
a la tienda de panes más popular de la ciudad, a lo mejor le
ofrecían algo, pero no. Así que, cuando el vendedor estaba
distraído, cogió un trocito y allí empezó toda la historia. Todo
el mundo estaba muy preocupado, cuando ese pan saliese de la ciudad
todo estaría perdido. Esta ciudad, creada por los dioses, estaba
situada en medio del Atlántico, aunque fuese una colonia Griega, se
hacía llamar por “Atlántida”.
El
fugitivo salió de la ciudad, tiró el pan al gran Océano y la gran
catástrofe ocurrió. La ciudad se sumergió en las aguas, dejando un
trozo de mar completamente desierto. Al parecer ese fugitivo no era
más que el Dios Poseidón, que, enfadado porque aquella ciudad
perfecta estuviese en sus aguas, se había llevado el pan dorado, un
trozo de pan camuflado que mantenía flotante aquella maravillosa
ciudad. Al tirar el trozo al mar, la ciudad se había ido con él.
Pablo
G.S. 1 ESO
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