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Sapere Aude´s Bilingual

Department Blog


Welcome to Sapere Aude´s Bilingual Department Blog. The blog for those who love English and enjoy learning not only the language but also about the culture and society of English speaking countries.


Here you will find articles, students´contributions, sections about sayings, useful vocabulary, riddles,… . If you are a student at Sapere Aude, I hope you will enjoy the blog and find an opportunity to learn and have fun with English, and if you are a parent that perhaps wants to brush up on your English, I hope you´ve found the right place to do it.

Carlos Hernández






Páginas

1 abr 2013

YOUNG WRITERS

MICRO-TALES

There is room for English and Spanish in Sapere Aude Bilingüe, it´s bilingual! The micro-tales below have been written by 1 ESO students using the pictures below to find inspiration in their Spanish class. The outcome is really good, isn´t it?







Las tripas se Serafín hacían un extraño ruido

Sentado a la mesa de su casa, Serafín notó que sus tripas hacían un extraño ruido. Tenía hambre. Entonces, se acercó a la despensa y miró con cautela, esperando encontrar aunque solo fuera un trozo de pan.

Sabía que no le quedaba comida y con un gesto de tristeza sacó su cartera del bolsillo con la esperanza de que hubiera alguna moneda… ¡Y tuvo suerte! Le quedaban dos que hace varios días se había encontrado por la calle. Dado que tenía un poco de dinero con el que comprar se decidió a ir al mercado.

Inspeccionó cada tienda, fijándose en que alimento le resultaría más barato y a la vez le saciaría más el hambre. Cuando, de pronto una mujer le ofreció un precioso ramo de flores a cambio de sus monedas. Serafín, cautivado por su belleza, accedió a comprarle las flores, pero apenas unos segundos después pensó en lo que acababa de hacer, alertado por el rugido de sus tripas.

Marcos era el panadero del lugar y su pan tenía muy buena fama, sin embargo decían que debido a su avanzada edad era un poco despistado y se le podía engañar con facilidad. Serafín, disimuladamente, con un movimiento sutil y natural de su mano cogió un panecillo, pero de lo que no se dio cuenta fue de que Marcos le estaba mirando, al igual que un policía.

Al darse cuenta de lo que sucedía, el pájaro Serafín corrió lo más rápido que sus piernas le permitían, y sólo paró cuando tuvo la posibilidad de ocultarse tras los matorrales de alguna casa desconocida.

Carmen G.R. 1 ESO



Un fugitivo en el mar

Todo empezó un día soleado. La ciudad Griega estaba tranquila después de la siesta, no había habido crímenes desde hacía unos años, cuando acto seguido sonó el pitido del silbato del sheriff Gatontón y después una larga flota de coches de policía apareció ensordeciendo las calles con su orquesta de pitidos y sirenas. La noticia corrió de oreja a oreja, de vecina a vecina, de cotilla a cotilla, de escalera a escalera… Toda la tropa de coches perseguían a un misterioso individuo que había robado… ¿un trozo de pan?

Todo había ocurrido muy rápido, el misterioso individuo cuyo nombre al parecer ya se sabía, tenía la barriga vacía. Se acercó a su despensa, que estaba como su estómago, vacía. Cogió una moneda pero no tenía suficiente para comprar una barra de pan. Se le acercó una señora y le dio un ramo de flores, pero cuando se quiso dar cuenta, la moneda había desaparecido. Se acercó a la tienda de panes más popular de la ciudad, a lo mejor le ofrecían algo, pero no. Así que, cuando el vendedor estaba distraído, cogió un trocito y allí empezó toda la historia. Todo el mundo estaba muy preocupado, cuando ese pan saliese de la ciudad todo estaría perdido. Esta ciudad, creada por los dioses, estaba situada en medio del Atlántico, aunque fuese una colonia Griega, se hacía llamar por “Atlántida”.

El fugitivo salió de la ciudad, tiró el pan al gran Océano y la gran catástrofe ocurrió. La ciudad se sumergió en las aguas, dejando un trozo de mar completamente desierto. Al parecer ese fugitivo no era más que el Dios Poseidón, que, enfadado porque aquella ciudad perfecta estuviese en sus aguas, se había llevado el pan dorado, un trozo de pan camuflado que mantenía flotante aquella maravillosa ciudad. Al tirar el trozo al mar, la ciudad se había ido con él.

Pablo G.S. 1 ESO



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